
La traducción jurada en España está bastante bien definida en comparación con otros países.
Las únicas personas que pueden hacer traducciones juradas en España para presentar ante “órganos judiciales y administrativos” españoles son aquellas que tienen el título de “Traductor/a-Intérprete Jurado/a, Traductor/a Jurado/a o Intérprete Jurado/a” (en España también hay un título exclusivo para aquellas personas que sólo son intérpretes jurados).
Este título lo confiere el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Para poder ser traductor jurado, el traductor ha tenido que hacer una de las siguientes cosas:
- estudiar una licenciatura en traducción tomando alguna asignatura extra de traducción jurídica o económica (desde el plan Bolonia, esto ya no es posible),
- haberse presentado a un examen específico del Ministerio,
- o ser un traductor jurado reconocido por otro gobierno de la UE o del EEE.
Además, el traductor tiene que ser ciudadano de la UE o EEE. El traductor no es un empleado público, de hecho, suelen ser autónomos o empleados de empresas de traducción que ofrecen estos servicios. Existe un listado con todos los traductores reconocidos en la página del ministerio.
España y muchos de sus organismos suelen reconocer también las traducciones de otros traductores jurados reconocidos por otros países (especialmente los de la UE o EEE). Sin embargo, eso no significa que el organismo que reciba la traducción tenga que reconocerla. Sólo tiene que hacerlo cuando fue hecha por un traductor jurado reconocido por el gobierno español.
La única manera de sentirse seguro de que una traducción sea aceptada es que la realice un traductor jurado español. Pero, si ya tienes una traducción de un traductor jurado reconocido en otro país, siempre puedes preguntar al organismo que reciba la traducción si la acepta. Siempre es recomendable preguntarle primero al organismo en cuestión lo que necesita.
Como podéis ver, es un sistema muy codificado, lo cual crea más garantías, pero también restringe el acceso a nuevos traductores y reduce la competencia, aumentando precios.
Para resumir, la traducción jurada en España es un sector muy definido.
Esto significa que los costes asociados a este tipo de traducción suelen ser mayores que a una traducción simple. Y, si quieres asegurarte de que la traducción vaya a ser aceptada, lo más seguro es contratar un traductor jurado español o una empresa que trabaje con ellos, como nosotros.
Por cierto… también hay traductores jurados de gallego, catalán y euskera (vasco). Sin embargo, esos los gestionan las diferentes comunidades autónomas y creo que se merecen su propio artículo 😉
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